Una de las áreas de nuestra vida cotidiana en la que las emociones tienen un papel clave es nuestra capacidad de atención, memoria y aprendizaje.

A continuación vas a descubrir cómo influyen nuestras emociones en dónde dirigimos nuestra atención, qué recordamos y qué aprendemos.

Cómo influyen las emociones en nuestra atención, memoria y aprendizaje

A nivel cerebral, la amígdala y el hipocampo son las dos regiones más relevantes para el aprendizaje. La función de la amígdala es procesar y almacenar las reacciones emocionales, mientras que la función del hipocampo es consolidar los trazos de memoria en otras partes del cerebro. La interacción de ambas estructuras es decisiva para nuestro aprendizaje y nuestra memoria.

Es por ello que las emociones tienen un impacto directo en cómo procesamos y retenemos la información, ya que pueden actuar sobre los procesos psicológicos responsables de focalizar la atención (1).

En concreto, las emociones dirigen nuestra atención, la cual a su vez nos permite focalizar nuestros esfuerzos para consolidar los aprendizajes en la memoria.

Como dice Rafael Bisquerra, pedagogo y psicólogo experto en educación emocional, “aprendemos aquello que realmente queremos aprender” (2). Esto significa que aprendemos lo que es importante para nosotros, para nuestra vida y nuestra supervivencia. En cambio, lo que no nos interesa o no consideramos relevante, lo olvidamos.

En este sentido, prestamos atención, recordamos y aprendemos aquello que tiene un valor para nosotros, aquello que nos motiva. Puede que aprendamos algo por el simple placer de aprenderlo (valor intrínseco) o por la utilidad que tenga para alcanzar nuestros objetivos (valor extrínseco).

En general, podemos decir que un estado emocional desagradable puede dificultar nuestra capacidad de atención y memoria, mientras que un estado emocional agradable puede facilitar el aprendizaje. 

Vamos a verlo a continuación de forma más explícita.

Cómo las emociones valoradas como positivas afectan a nuestra atención, memoria y aprendizaje

Si la emoción que obtenemos a partir de un estímulo es placentera, aumentará la actividad neuronal y la conectividad a nivel cerebral subyacente se fortalecerá. Esto dará lugar al aprendizaje y, como consecuencia, trataremos de repetir la situación con mayor frecuencia, porque es agradable (3). 

Esta es la razón por la cual las emociones valoradas “como positivas” nos motivan a seguir aprendiendo y favorecen el aprendizaje, por ejemplo: 

  • Seguridad
  • Entusiasmo
  • Alegría
  • Expectación y asombro
  • Sensación de triunfo
  • Curiosidad

Cómo las emociones valoradas como negativas afectan a nuestra atención, memoria y aprendizaje

Si la emoción que experimentamos es desagradable, la conectividad subyacente se fortalecerá, al igual que en las emociones agradables. Sin embargo, intentaremos evitar el suceso en próximas ocasiones, porque nos resulta molesto (4).

En este caso, las emociones valoradas “como negativas” interfieren en nuestra atención, memoria y nos restan motivación para aprender, incluso bloquean los procesos de aprendizaje, por ejemplo:

  • Miedo y ansiedad
  • Tensión
  • Ira y enfado
  • Culpabilidad
  • Aburrimiento
  • Envidia y celos

Así que, ante un reto de aprendizaje, pueden surgir emociones como el miedo o la ansiedad. Si estas emociones son muy intensas, pueden dificultar nuestro proceso, incluso bloquearnos. 

Por eso es tan importante el autocontrol y saber gestionar nuestras emociones para asegurar nuestro éxito académico y profesional.

Cómo regular nuestro estado emocional y mejorar nuestro rendimiento cognitivo

Todas las emociones intensas alteran nuestra capacidad de atención.Un nivel moderado de emoción o inquietud nos mantiene alerta y mejora nuestro rendimiento. Sin embargo, una emoción o inquietud extrema puede dificultar nuestra concentración y nuestra capacidad de retención de la información.

A finales de los 60, el psicólogo Walter Mischel llevó a cabo un experimento con niños de 4-6 años: el investigador les puso una golosina en la mesa y les dijo que, si cuando saliera de la habitación esperaban 15 minutos a que regresara, les daría dos.

El tiempo que los niños resistieron su impulso de comer la golosina y retrasaban la gratificación estaba correlacionado en gran medida con el éxito académico posterior, así como otras habilidades como la tolerancia a la frustración, el estrés, la perseverancia y la concentración. (5, 6)

Estas son algunas estrategias de autocontrol emocional útiles en momentos de estudio o trabajo que requieren de nuestra capacidad de atención, memoria y aprendizaje:

  • Realizar descansos y otorgarnos recompensas
  • Evitar las distracciones
  • Tener rutinas y aprender a gestionar bien el tiempo
  • Relativizar los errores y los fracasos
  • No atribuir éxitos y fracasos a causas no controlables
  • Tener mentalidad de crecimiento

Por todo ello, es importante la autorregulación emocional, que aprendamos a gestionar nuestras propias emociones, ya que es una habilidad clave para conseguir un aprendizaje eficaz (7) y llevar a cabo de forma adecuada nuestra práctica clínica.

Entrenando tu inteligencia emocional, puedes mejorar tu autorregulación emocional en tus procesos de aprendizaje, en tu desempeño como profesional y también en distintas áreas de tu vida cotidiana.

(1) Emotion regulation as a scientific construct: methodological challenges and directions for child development research. P. Cole, Sarah E. Martin, Tracy A. Dennis. Published 1 March 2004. Psychology. Child development.

(2) “Cómo influyen las emociones en el aprendizaje. La importancia de las emociones en el proceso de aprendizaje, consejos para alcanzar los objetivos de estudio y estrategias para la autorregulación emocional.” Sección Orientación Académica. Educaweb.

(3, 4, 7) LA IMPORTANCIA DE LA EMOCIÓN EN EL APRENDIZAJE Aránzazu Elizondo Moreno, José Víctor Rodríguez Rodríguez e Ignacio Rodríguez Rodríguez Revista de Didácticas Específicas, nº19, PP. 37-42 Didácticas Específicas, ISSN: 1989-5240 40 

(5) Test de Malvavisco de Walter Mischel y los beneficios del autocontrol. Psicoactiva/Psicología/Test. Junio 2022.

(6) Mischel, W.(2014) “The Marshmallow Test: Mastering Self-Control»

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