¿Cómo cuidarnos para cuidar en estos días de tensión e incertidumbre?

A pesar de la dureza de la situación, me siento profundamente conectada con el propósito de mi trabajo: ayudar. Ayudar a gente enferma o asustada porque cree que lo está. Curar cuando es posible, tranquilizar, informar, aclarar y acompañar para transmitir calma, evitar la confusión o conductas irresponsables. Ese propósito guía el inicio de cada jornada, sabiendo que será dura, pero que eso…también pasará.

Soy extremadamente escrupulosa con las medidas de higiene y protección indicadas por nuestras autoridades sanitarias. Me protejo para proteger. He restringido visitas, he dejado de ir al gimnasio y me he apuntado al reto #QuédateEnCasa.

Me protejo de la toxicidad emocional. He dejado el teléfono a desmano, he acotado el tiempo de uso, sólo fuentes fiables y adiós a los grupos de Whatsapp que se llenan de tonterías.

Observo las oportunidades. Mi cinta de andar y la playa reemplazarán el gimnasio, se ha cancelado algún curso y estaré más tranquila, compartiré más horas con mi hija poniendo a prueba nuestra creatividad y curiosidad, podré escribir más post, grabaré más vídeos para mis formaciones, ¡quizás aproveche para limpiar algún armario!

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