La fatiga a la hora de tomar decisiones afecta su calidad. En el mundo de hoy todas estamos “muy ocupadas”. Algunos expertos denominan el entorno laboral y emocional en el que muchas sociedades vivimos como el entorno VUCA volátil, incierto, complejo y ambiguo (Volatile, Uncertain, Complex, and Ambiguous / Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo).
Debemos tomar decisiones efectivas al momento con una cantidad de conocimiento e información tan masivo como sea posible. ¿Cómo podemos ser mejores o, simplemente, sobrevivir en un entorno tan hostil? Se trata de que podamos conseguir una entrada lo más precisa posible para que a la hora de la salida todo sea mejor. Con una Inteligencia Emocional fuerte, la forma en la que nos entrarán las peticiones y exigencias de ese entorno VUCA será mucho más lógica y fácil de gestionar.
Más Inteligencia Emocional significa conocerse mejor a una misma, y saber evaluarse, medir las propias fuerzas y las de las demás y conseguir tomar mejores decisiones. La Inteligencia Emocional es, también, una Inteligencia Estratégica, una habilidad crítica para la toma de decisiones y para ajustarse rápidamente en este entorno de VUCA.
Algunos estudios presentan la siguiente fórmula de alto rendimiento para médicos y profesionales con altos cargos de responsabilidad:
Empatía X Percepción X Claridad = Estar entre el 10% de tu mayor capacidad de trabajo
El enfoque de la Inteligencia Emocional es el que persigue obtener más claridad sobre tus fortalezas y debilidades y las de tus equipos. Hacer microiniciaciones sobre uno misma y tu relacióncon los demás, así como analizar e interpretar cómo es la gente que me rodea y qué quieren, puede tener un gran impacto y ayudar a tomar buenas decisiones en el momento.